Perdiendo el tiempo.
A Amadeo de Saboya le conocía el pueblo español como "Don Macarroni Primero", reflejo de su origen italiano y la escasa trascendencia que revelaba el personaje aun ostentando la Corona de España. Era el tercer hijo de Víctor Manuel II, rey de Piamonte-Cerdeña, lo que unido a su discreta mentalidad política y su nulo interés por la cultura le habría de convertir en uno más de aquel tupido abanico de príncipes europeos sin vocación ni colocación. Sin embargo, la inestabilidad en España y las maniobras del general Prim le reservaron un lugar de privilegio en la Historia que no le correspondía por linaje ni talento adquirido. Sea como fuere, Amadeo de Saboya supo aprovechar la circunstancia y reinó durante dos años, salpicando su matrimonio real con oscuras desventuras junto a damas bellas e intrigantes de la corte madrileña.
Tal vez, uno de los capítulos históricos más claros del éxito desde el manejo de los tiempos y las ocasiones en provecho propio.
Episodios así revelan la ineptitud de muchos en el Valencia, un club al que el propio mérito y las circunstancias del juego coronaron hasta en dos ocasiones y cuya vocación autodestructiva devolvió a un hueco cualquiera entre el pueblo llano. Con un ambiente convulso como capa de ozono y la guerra entre clanes como horizonte habitual, nadie parece recordar las señas de identidad que no hace mucho les hicieron grandes: un modelo basado en el trabajo y el equilibrio colectivo y un entrenador brillante y milimétrico, estudioso del detalle y obsesionado por las distancias. Cuando la renovación parece en marcha, enlazando con solución de continuidad la etapa antigua y la venidera, redoblando la apuesta por el futbolista nacional, el repliegue intensivo y los valores de la casa, se golpea el timón no se sabe muy bien por qué, se detectan focos de crispación no se sabe muy bien dónde y se humilla a los líderes de la caseta no se sabe muy bien hasta cuándo. Lo que no se sabe realmente bien es lo que le va a costar al Valencia recuperarse de todo esto, visto que al timón se le ha vuelto a tratar con violencia y han caído cinco hombres más al agua. Un ejemplo claro de dejarse manejar por los tiempos.
La idea nos da pie a hablar también del Atlético de Madrid, que deja entrever que no continuará su cuerpo técnico en el momento más inoportuno. Después de diez años rindiendo de mal en peor, se plantean saltar todo por los aires justo cuando verdaderamente escalan un peldaño, regresando a Europa por derecho propio (el anterior escalón que muchos le recordamos fue el ascenso a Primera ...). Es curioso lo del Atlético, seguramente la parroquia que más se exige desde el vicio adquirido del victimismo, de las chanzas sobre lo que puede y debe salir mal y desde el mito del "Pupas", creando un gigante monstruoso con pies de barro y zapatos de tacón.
El fútbol español necesita un Atlético de Madrid poderoso, pero antes que todo el Atlético de Madrid necesita saber cómo volver a serlo. Cuando el club mira hacia atrás, repasa una historia brillante que le produce vértigo, si mira hacia adelante sueña con un futuro al que no sabe cómo aproximarse, y cuando mira a los lados, encuentra a un rival ciudadano que devora títulos casi sin apetito y que le vence una y otra vez con una mueca de sarcástica piedad. Sólo le queda, pues, mirar hacia dentro, y descubrir, como en el caso del Valencia, los valores que un día le prepararon un asiento entre los mejores. Como suele decirse, hay veces que estas misiones son como buscar un gato negro en una habitación a oscuras ... en la que no hay ningún gato; lo más preocupante es que todavía hay quien grita "Lo encontré!".
Valga todo esto como claro ejemplo de no saber manejar los tiempos.
"Malgasté mi tiempo y ahora el tiempo me malgasta a mí", se lamentaba Shakespeare, en una frase que encierra tanta enseñanza para unos como temor para otros, pues demuestra que nuestra vida es elástica y que el éxito termina dependiendo del manejo de una dimensión que no conoce rectificación ni vuelta de hoja. Si el tiempo no es más que el espacio entre nuestros recuerdos, uno comienza a entender por qué algunos parecen tan desmemoriados ...
Nine Days- If I Am
Fotos: EFE
Etiquetas: Actualidad España.