domingo, agosto 24, 2008

Son sueños.

Sueñan contigo, Fortuna, los cometas de la capital. No sacian su sed con el éxito, con conocerte y que les sonrías. Buscan la gloria, escribir ellos la Historia, que todos envidiemos su memoria. Visten de blanco, el cielo inmaculado, escudo coronado de adornos de laurel. Campeón de campeones, se alimentan de exigencia, les exigen la excelencia donde quiera que estén.

Otros sueñan distinguidos, la corbata y el “seny”, lo cosmopolita de lo diferente, fumando la pipa del orgullo y el estilo. Despliegan, abruman, asombran cuando suman. Cierran un ciclo para encender la luz de otro, con la voz rasgada y las pupilas dilatadas. Les define una “pulga”, un pibe, el talento brutal que se exhibe.

El sueño de una noche de verano rompió el alma del Nervión. El drama en directo les hizo fuertes: una idea, un recuerdo en vida por el que luchar, una Puerta al paraíso de lo intangible. Juntos lloraron, juntos gritan, la fuerza del sur excita sabios corazones de antracita. Tienen un color especial, la pasión y muerte sobrenatural.

Sueños de grandeza, de tornar el pasado en presente a orillas del río de la comunión. Una voz, una verdad, que rasga el cielo al sur de la gran ciudad. Ya no hay pupas, no hay excusas, heridas ni cicatrices perdidas. Hay aún un sitio entre los elegidos, reservado con apellidos, recuperar el tiempo perdido es el reto en este sentido.

Perdieron el sueño y en la vigilia se han olvidado emblemas y personas, pero nunca la identidad. Una pesadilla de madrugada, con luz y taquígrafos, la sangre, la horchata y la chufla general. Vuelven sin verdugo, vivos y enteros, con el guardián alado de su escudo. Romper la tendencia, saborear de nuevo las esencias, dormir a pierna suelta en la luna de Valencia.

La vida es sueño. Lo cantaban los románticos y lo susurran los nostálgicos del ayer. Soñamos con otro fútbol, con un juego, una idea, un pueblo. Soñamos despiertos porque tememos no volver a abrir los ojos. Soñamos con las manos vacías y los ojos desbordados de emoción. Soñamos en guardia porque hemos aprendido los riesgos de la confianza. Soñamos de pie porque jamás moriremos de rodillas. La Liga es sueño, metáfora de la vida, recinto de leones que rugen en una reserva natural. La Liga es sueño y los sueños, sueños son.


Liquido-Narcotic

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viernes, agosto 08, 2008

Simples deseos.



En el verano de 1943, con Italia a punto de caer, el Gran Consejo Fascista levantado en armas contra el Duce y Roma asediada por los aliados, a Mussolini lo citó el Rey Víctor Manuel III en su residencia a las 17 horas de una tarde de julio y al dictador sólo se le ocurrió decir a su secretario:”Diecisiete, no me gusta, un número de la mala suerte”. Era absurdo detenerse en eso cuando Alemania y las tropas aliadas luchaban por controlar el país y su puesto, era evidente, estaba a punto de ser relevado. No midió bien los tiempos, se fijó demasiado en la suerte en un momento en que el poder lo reconocían los tanques y dio importancia a un factor que no era decisivo: la superstición.
Algo parecido le ha sucedido al Real Madrid con Cristiano Ronaldo, el tercer futbolista superlativo que rechaza públicamente el cortejo blanco en dos años. Se manejó bien el asunto de entrada, pero después no se han medido bien los tiempos, se han fijado demasiado en la suerte del poder atrayente del Real Madrid y han dado importancia a un factor que ya no es decisivo: el sueño de un jugador. Es cierto que en el fútbol de hoy un futbolista juega donde quiere; pero no sólo donde quiere él, sino donde quiere su agente, su empresa de publicidad y derechos de imagen, la marca deportiva que lo viste, … Es una manera entre tantas otras de intentar simplificar algo que es muy complejo: la ambición de los grandes camina siempre por detrás del dinero de otros.

Cuatro siglos antes de la anécdota anterior, en 1565, el propio Felipe II dictó en España las ordenanzas por las que debería regularse la mendicidad. Una vez los vecinos habían prestado su conformidad, las autoridades locales, con el visto bueno del párroco del lugar, podían emitir cédulas acreditativas de la precariedad de los necesitados que, una vez realizado el cumplimiento pascual y sin salir de su parroquia, quedaban así autorizados a pedir limosna. Así que una primera intención loable derivó en una finalidad pública casi incomprensible: parecía más importante evitar el intrusismo mendicante que tratar de luchar contra la pobreza.
El Barcelona se enfrascó en un litigio jurídico-deportivo con el COI, la FIFA, la AFA y, por extensión, toda la Argentina, por la evidente injusticia de quedarse sin Messi ante la vital eliminatoria previa de Liga de Campeones por la disputa de los Juegos Olímpicos, que ni siquiera figuran en el calendario oficial del fútbol internacional. Cuando el TAS (prometo que terminan aquí los acrónimos) le ha dado la razón, cambiando para siempre el panorama de las selecciones y los clubes de fútbol ante el olimpismo, el Barça cede al deseo personal del jugador para evitar el riesgo de contar con un fenómeno descontento. Así que aquella primera intención loable de empezar a cambiar la situación inadmisible que sufren los clubes ha derivado en algo incomprensible: que el jugador esté feliz por encima de susobligaciones, como si no tuvieran allí ejemplos recientes de cómo terminan estas cosas. Es una manera como tantas otras de complicar algo que es muy sencillo: la ambición de los grandes camina siempre por delante del compromiso.





Manic Street Preachers & Nina Persson- Your Love Alone is not Enough

Fotos: http://www.cronaldo7.es/, AP

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