La saga del nibelungo.
Fastuosa y faraónica, inabarcable de principio a fin, plagada de mitos, dioses, coronaciones y caídas en su historia, “El anillo del nibelungo” es acaso la obra artística más parecida al Real Madrid. Consta de cuatro óperas, se necesitan dieciséis horas seguidas para representarla y Wagner tardó veinticinco años en completarla. Además, termina con “El ocaso de los dioses”, lo que evoca sin duda cada fin traumático de ciclo en el Madrid. Acaban de despedir a Bernd Schuster, el último poseedor del anillo y, pese a su gesto valiente y su rubia melena, más vikingo que teutón, menos visigodo que latino.
La tetralogía de Richard Wagner es casi imposible de glosar, pero parte de la lucha por hacerse con el poder de un anillo capaz de dominar el mundo y termina con la destrucción de todos los dioses habidos y por haber. Las referencias a la mitología germánica son constantes, destacando las sagas islandesas. Una de las más populares es la de Egil Skallagrimsson, el valeroso hijo de un vikingo noruego que se enfrenta, exiliado, al rey de su país porque no le perdona la muerte de su tío. Bravo y audaz en el combate, sus victorias le llevan a disputar la misma línea sucesoria al trono pero su arrogancia le termina costando la vida. Otra vez las obras épicas germanas como ejemplo de un desenlace en la Casa Blanca, otro señor sin anillos, un anillo sin nibelungo.
Una trampa mentirosa colocó a Schuster en el blanco reino de los cielos, y esa misma trampa le amargó la vida: exigir la excelencia sin futbolistas excelentes, convertir en demanda histórica una excusa histérica de una dirigencia cobarde e incompetente. El caso es que con seis guitarras, tres trompetas y un solo violín, Bernardo consiguió una melodía armoniosa: no emocionaba, pero sí resultaba pegadiza. Tanto, que todos los demás terminaron bailando al son que marcaban sus enigmáticos bigotes. Le faltaba un solista, pero le vendieron el violín …
Hay un curioso diálogo entre Robert Langdon y Maximilian Kohler, en “Ángeles y demonios”. El primero advierte: “No es que quiera decepcionarle, señor, pero yo estudio simbología religiosa. Soy un académico, no un sacerdote”. A lo que el segundo responde: “Lo siento, ha sido una torpeza por mi parte. No es necesario padecer cáncer para analizar sus síntomas”.
No parecen gustarle las novelas de Dan Brown a Schuster, que ha tratado con displicencia y gesto hosco a la prensa. Es verdad que el conocimiento del juego que tienen la mayoría de los periodistas deportivos es mínimo, como el nivel intelectual de muchas de sus preguntas, pero no debería haber olvidado el alemán que son el único hilo directo que tiene con sus aficion
ados aparte de la imagen y resultados de su equipo.
El entrenador del Real Madrid es un personaje tan público como una folclórica, y aparece varias veces a la semana en el salón de casa de los socios y aficionados de todo el mundo. Uno puede aguantar a un entrenador gruñón y antipático si el equipo gana, y durante un rato soporta a un equipo que no rinde si el técnico maneja un mensaje que llegue a todos; pero de ninguna manera tolera las dos cosas al mismo tiempo.
Ha muerto un proyecto que parecía destinado a crecer sin parar sólo unos meses atrás, gravemente herido por unos dirigentes de verbena y abandonado a su suerte por un avaricioso nibelungo que ha omitido su deber de socorro; el mismo deber que contrajo cuando visualizó la caída, comprobó que a nadie importaba su temor y no tuvo dignidad para quitarse el anillo y renunciar al botín: le pareció más valiente ir dejando un reguero de miguitas de pan hasta los responsables para que todos supiéramos a quién achacar el fracaso.
Escribió Julio Cortázar que “cuando uno dice que se va, es que ya se ha ido”. Por su actitud y sus palabras, hace ya algún tiempo que Schuster dejó de ser el entrenador del Real Madrid.
La tetralogía de Richard Wagner es casi imposible de glosar, pero parte de la lucha por hacerse con el poder de un anillo capaz de dominar el mundo y termina con la destrucción de todos los dioses habidos y por haber. Las referencias a la mitología germánica son constantes, destacando las sagas islandesas. Una de las más populares es la de Egil Skallagrimsson, el valeroso hijo de un vikingo noruego que se enfrenta, exiliado, al rey de su país porque no le perdona la muerte de su tío. Bravo y audaz en el combate, sus victorias le llevan a disputar la misma línea sucesoria al trono pero su arrogancia le termina costando la vida. Otra vez las obras épicas germanas como ejemplo de un desenlace en la Casa Blanca, otro señor sin anillos, un anillo sin nibelungo.
Una trampa mentirosa colocó a Schuster en el blanco reino de los cielos, y esa misma trampa le amargó la vida: exigir la excelencia sin futbolistas excelentes, convertir en demanda histórica una excusa histérica de una dirigencia cobarde e incompetente. El caso es que con seis guitarras, tres trompetas y un solo violín, Bernardo consiguió una melodía armoniosa: no emocionaba, pero sí resultaba pegadiza. Tanto, que todos los demás terminaron bailando al son que marcaban sus enigmáticos bigotes. Le faltaba un solista, pero le vendieron el violín …
Hay un curioso diálogo entre Robert Langdon y Maximilian Kohler, en “Ángeles y demonios”. El primero advierte: “No es que quiera decepcionarle, señor, pero yo estudio simbología religiosa. Soy un académico, no un sacerdote”. A lo que el segundo responde: “Lo siento, ha sido una torpeza por mi parte. No es necesario padecer cáncer para analizar sus síntomas”.
No parecen gustarle las novelas de Dan Brown a Schuster, que ha tratado con displicencia y gesto hosco a la prensa. Es verdad que el conocimiento del juego que tienen la mayoría de los periodistas deportivos es mínimo, como el nivel intelectual de muchas de sus preguntas, pero no debería haber olvidado el alemán que son el único hilo directo que tiene con sus aficion
ados aparte de la imagen y resultados de su equipo.El entrenador del Real Madrid es un personaje tan público como una folclórica, y aparece varias veces a la semana en el salón de casa de los socios y aficionados de todo el mundo. Uno puede aguantar a un entrenador gruñón y antipático si el equipo gana, y durante un rato soporta a un equipo que no rinde si el técnico maneja un mensaje que llegue a todos; pero de ninguna manera tolera las dos cosas al mismo tiempo.
Ha muerto un proyecto que parecía destinado a crecer sin parar sólo unos meses atrás, gravemente herido por unos dirigentes de verbena y abandonado a su suerte por un avaricioso nibelungo que ha omitido su deber de socorro; el mismo deber que contrajo cuando visualizó la caída, comprobó que a nadie importaba su temor y no tuvo dignidad para quitarse el anillo y renunciar al botín: le pareció más valiente ir dejando un reguero de miguitas de pan hasta los responsables para que todos supiéramos a quién achacar el fracaso.
Escribió Julio Cortázar que “cuando uno dice que se va, es que ya se ha ido”. Por su actitud y sus palabras, hace ya algún tiempo que Schuster dejó de ser el entrenador del Real Madrid.
The Kooks- Naive
Fotos: Reuters, Deportista Digital
Etiquetas: Actualidad España.
posted by piterino @ 5:58 p. m.
13 Comments:
Una pena lo de Schuster, confiaba en que por una vez el Madrid tuviera un proyecto largo en los años que llevo de aficionado, con un técnico que conoce la casa y que ha demostrado que sabe hacer jugar al fútbol. Los resultados mandan, el juego también, y la imagen que se da...también.
Pero "fútbol es fútbol", y ahora le toca dar la cara a un culipardo que entrenó al BCN...("manda huevos")
Ya te habrás imaginado que me ha encantado el post...
Un abrazo
Pedro... Si algo le faltaba a este espacio para ser el número uno es este comentario brillante. La frase de Julio Cortázar no podía ser más acertada. Es lo mejor que he leído sobre la partida de Schuster.
Un gran abrazo...
Pablo
Como bien dices al final del artículo, hace tiempo que Schuster dejo de ser entrenador del Madrid. Yo creo que desde la pretemporada y cuando no llegaron los fichajes unido a la marcha de Robinho marcó el final de Schuster en el Madrid.
Curiosamente, está callado y no dice nada.
un abrazo.
Sin duda, lo mejor de este rubio ha sido captar tu atencion...y asi deleitar nuestros exigentes paladares con tan acertada métrica.
Por cierto, ya podrias hacer un articulillo del tal Mirasierra este, englobando lo futbolístico y lo Jurídico, seria muy tuyo no??
Un abrazo lenteja
Rafa Lao
Yo soy muy crítico con Bernd. Y lo soy porque aparentemente nunca le dio la importancia suficiente a entrenar al Real Madrid, se supone, el escalón máximo para todo entrenador y jugador.
Y lo que más me hace ser crítico con él es que, desde que llegó, el equipo no mostró ningún síntoma de su filosofía (si es que la tiene). Es más, con el tiempo, ha ido a peor. ¿A que jugaba el Madrid? Porque con Capello, poco o mucho, pero jugaba a lo que él quería. Con Schuster, aún estamos esperando a la dichosa excelencia.
El punto máximo de crispación han sido todas sus salidas de tono dando a entender que estaba cansado de estar en el club. Y como su valentía y dignidad no han hecho acto de prensencia (en parte, sólo en parte, es lógico dado que ha cobrado 7 millones cuando habiéndose ido él, no habría ganado nada), han tenido que echarle para hacerle feliz a él y a parte del madridismo.
Juande, malo o bueno, tiene pinta de entrenador. Y utiliza métodos de entrenador. Estoy bastante ilusionado y creo que con un poco de suerte, fichajes acertados y la recuperación de algunos jugadores, se puede salvar una temporada que está abocada a ser un fracaso.
Saludos y gracias por dar tu opinión sobre la pregunta que te hice en el post anterior!
Estimado amigo Pedro:
Como siempre, has estado sublime en tu explicación de un acontecimiento tan traumático como es el despido de un entrenador del Real Madrid, lo cual siempre marca un antes y un después en la marcha de este enorme equipo.
Yo no comparto tanto contigo sus cualidades como gran entrenador y su apuesta por la excelencia, que ya sabes que es una de mis ambiciones, pero en lo que sí estoy de acuerdo es que Schuster estaba deseando que lo echasen, dejando miguitas de pan (como tú bien relatas) para que los bobos dirigentes que ahora manejan el timón del Real Madrid supieran a quién echarle la culpa en las horas bajas.
Me ha encantado, mucho más que la obra de Wagner, porque 16 horas no lo aguanta nadie, con las 11 horas de El Señor de los Anillos ya tengo suficiente.
Un abrazo enorme querido amigo.
Elías Alonso Aparicio
Schuster nunca fue santo de mi devoción; sin embargo, en esta historia creo que ha aguantado demasiado. Camacho por casi lo mismo dijo adios en un mes.
Schuster hizo bien en no dimitir, si eres malo, o creen que eres malo, que te echen. un abrazo. miguel
internationalball.blogspot.com
Como siempre explicando lo que los demás seres humanos hacemos a diario pero de otra manera y ahí lo dejamos porque sé que me entiendes jeje.
Shuster prometió fútbol brillante y nunca llegó, a él le prometieron jugadores brillantes y nunca llegaron, él pactó con la prensa una paz cuando ganó la Liga pero se sabía que se rompería con cuatro partidos perdidos, la prensa necesita sangre y Shuster con su comportamiento la ofrecía a raudales.
Hace tiempo efectivamente que Schuster ya no era entrenador del Madrid, sólo esperaba que alguien se animase a darle su suculento finiquito y adiós muy buenas. Y no lo veo mal porque si exigimos profesionalidad y que estén al servicio del club por encima de todo lo que pase, también el club debe decidir cuando lo quiere echar y pagarle y no esperar una dimisión que creo que era lo que esperaban.
Un beso
@mirtirizado
Pues sí, es una pena porque a mí sí me parecía el equipo con recorrido para suponer, por fin, ese proyecto de mínima coherencia.Un abrazo.
@aro geraldes
Pues muchas gracias, de verdad, un saludo!
@fernando sanchez postigo
Esa misma impresión nos lleva dando a muchos desde el verano. Parecía que la cosa no fuera con él, como si todo lo malo ya no fuera su responsabilidad porque lo había vaticinado ...
@rafa
Muchas gracias, de verdad. Ya escribí algo sobre ese caso hace poco pero tomo nota. Gracias por la propuesta. Un abrazo.
@rubén
De acuerdo en todas tus críticas a Schuster excepto dos: yo sí veía una línea de juego en el equipo (sin duda, lejos de lo que muchos exigían como "excelencia", por eso digo lo que digo en el post) y sobre todo, le veía mucho recorrido; y dos, dejando a un lado su insoportable pose, en el fondo sí le daba la importancia que tiene estar en el Madrid.
@elías
Jeje, gracias! Bueno, yo sí aprecié una buena labor de Schuster, que hizo un equipo reconocible con buenos jugadores (no fenómenos, que conste) y una plantilla descompensada. Lo de la excelencia fue una excusa absurda para cargarse en su día a Capello, pues no recuerdo yo ningún Real Madrid "excelente" y vistoso en su juego desde la Quinta del Buitre. Quizá el de Valdano, pero duró un año. Un abrazo.
@miguel díaz
A mí tampoco me cae especialmente simpático Schuster. De hecho, me pareció bastante más digno lo de Camacho en su día.
@silvi
Entiendo la postura de Schuster si las cosas ocurrieron como se dice. Pero me habría parecido mucho más digno, como le digo a Miguel Díaz, haberlo denunciado en su momento y abandonar el cargo si realmente no se le tuvo en cuenta para nada y se le debilitó el equipo, manteniendo esa "trampa pública" de la dichosa excelencia.
Gracias a tod@s y un saludo!
y curioso resulta que Schuster no haya dicho nada todavía....
un abrazo.
Yo personalmente me alegro, nunca me gusto la manera de comportarse de Schuster. He de reconocer que parte de la culpa no es de el, ya que nunca le dieron los jugadores que le prometieron y con los que el contaba para levantar el equipo, pero tampoco se molesto en hacerlo con lo que tenia y desde luego que la plantilla que tiene puede llegar a ganar una liga perfectamente, no es necesario un Cristiano para hacerlo.
Tambien tenemos que pensar que las ultimas lesiones le han machacado pero desde luego que el que tiene que levantar el animo y empujar al resto es el y en el vestuario no se ( algunos jugadores han dicho que si les animo, yo tengo mis dudas) pero desde fuera ha tirado la toalla y ha desmoralizado a todos con sus declaraciones en las ultimas semanas, se suele decir que "a dineros pagados, brazos cruzados" y Schuster ha sido un claro ejemplo. Deberian poner ciertas clausulas en los contratos para no tener que pagar un duro a una persona que busca que la echen tan descaradamente. Tenia que haber sido un poco mas elegante, se que le cuesta, solo tenemos que mirar su comportamiento con la prensa y demas desde que se sento en el banquillo del Madrid.
Yo espero que Juande haga un buen trabajo, tengo todas mis esperanzas puestas en el, es un tio que me cae bien.
Pero........todo se andara.
Ni que decir tiene que una vez mas nos cuentas las cosas de tal manera que las transformas. Ya te quisiera Fernando Alonso, a ti te dan la calabaza de Cenicienta y menudo monoplaza nos devuelves.
Un placer leerte.
Saludos.
Por cierto, ya te he contestado a tu pregunta sobre los patrocinadores del At.Madrid en mi blog.
un abrazo.
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