Italia mira al frente.
El ventajismo es lo que tiene: uno opina con los hechos consumados, con la verdad por delante, por tanto, y poniendo en riesgo prácticamente nada de su juicio. Por eso hay tantas y tantas opiniones hoy (y anoche) afirmando que Italia ganó a Alemania porque se decidió a ir a por el partido y Lippi se olvidó del catenaccio y demás máximas del legendario calcio. Como por fin los italianos han optado por jugar en vez de defenderse, están en la final; y además todos nos alegramos porque han encontrado el camino de la fe futbolística.
Pues, personalmente, me parece un análisis simplista. Italia dominó a Alemania desde el principio y la anfitriona nunca se encontró cómoda en el partido. Hablaba Martí Perarnau hace días de que esta Alemania había resucitado el "fútbol bofetada"; pues bien, lo primero que hizo Lippi fue sujetarles bien todas las manos a los teutones con sus muchos tentáculos: Gattuso, Perrotta y Camoranesi escoltando a Pirlo, Totti incordiando entre líneas, Toni bastándose por sí solo para tener entretenidos a los centrales y un majestuoso Cannavaro liderando las operaciones desde el fondo de la cueva. Así fue creciendo en el partido Italia.
De repente, Lippi volvió la vista atrás en ese camino en que parecía encontrarse; un camino que une la brillante Italia de los amistosos pre- Mundial y la Italia más conservadora que pudimos ver desde el partido con Estados Unidos. El "Sargento Instructor" recuperó la idea que parecía traer al Mundial con Totti y Pirlo en el eje en rombo y dos puntas, aunque escoró a la derecha a Iaquinta y añadió además a Del Piero. Con el partido ya muy trabajado y los jugadores muy cansados, el duelo se convirtió en un correcalles hasta que Grosso acertó en una muestra más del carácter que forja en los rematadores el fútbol italiano: disparar en un solo toque en el área. Tal es ese carácter que hasta los laterales lo tienen claro. El segundo gol fue una grandiosa anécdota en la noche más intensa de todo el Campeonato.
Italia demostró que a la historia sólo se le desafía desde la propia historia: volvió a ser la "bestia negra" de Alemania modificando sobre la marcha su tradicional maquillaje de guerra y enterrando la idea de que caen derrotados sólo cuando juegan más y mejor que el rival (recordar la final de la Euro 2000 con Francia, y sus partidos previos). En cuestión de historia, desafíos y maquillajes de guerra, nadie como los italiannos, eso está claro.
Así que quedarnos con la idea de que Italia ganó porque se decidió a jugar más abierto nos conduce a una especie de sofisma. En este mismo blog hablábamos del dilema de Marcello Lippi y su squadra azzurra y recordábamos sus brillantes actuaciones hace pocos meses ante Holanda o la propia Alemania (a la que golearon 4-1 jugando con ... tres puntas). Italia ya no tiene sólo defensas duros, sentido táctico y mentalidad competitiva; Italia tiene talento, mucho talento. Y cuando se administra bien ese talento en el tiempo y en el espacio (lo que me lleva a recordar otro post de este blog) se aspira a todo. Ya no valen tradiciones, convicciones ni siquiera sofismas. Que estamos en un Mundial...
Foto: AFP
4 Comments:
Totalmente de acuerdo. La clave está en el equilibrio y en superar los malos momentos. Yo no entiendo como tras el partido contra Australia y con un jugador menos recibió tantas críticas el futbol italiano. Aquí lo que importa es ganar, y después si eres vistoso mejor, pero sino tampoco pasa nada. Grande Italia.
P.D: Me gusta el cambio de "look" del blog.
partidazo de italia, partidazo de grosso.
he de decir y no es por tirarme flores que antes del mundial aposte por italia como campeon, se veia algo especial a esta seleccion azzura
un saludo
Piterino
Y tiene vanidad, mucha vanidad. Algo que por ejemplo le falta a España, que lo deja todo a ráfagas de talento.
@elias
Gracias por tu fidelidad. En cuanto tenga un momento te pongo eso.
Publicar un comentario
<< Home