martes, enero 12, 2010

Sangre negra


La muerte ha golpeado al fútbol justo donde resulta menos noticiosa. Allí donde una vida no vale nada, el crimen resulta impune por cotidiano. Como sucede que las víctimas juegan al fútbol, hemos descubierto de repente que un Gobierno decide si se publica o no un asesinato, que hay lugares del mundo donde uno se responsabiliza de su suerte si decide viajar en autobús e incluso que Cabinda existe. La ignorancia es atrevida y la ingenuidad es temeraria. “Se ha teñido de sangre el Continente Negro”, ha llegado a decirse. Siempre he creído que África mostraba un sincero luto a través del color de su piel. Luto por el hombre blanco, cuya inconsciencia mata en vida a sus semejantes. Occidente como sociedad global perdió el alma en el principio de los tiempos y aún no quiere darse cuenta.

La innegable inoportunidad del calendario tiene poco que ver con la sincera preocupación por los africanos, por su derecho a sentirse protagonistas cada cierto tiempo y a celebrar su gran fiesta del juego, la música y la alegría. El fútbol como elemento de escape y de unidad en un mundo con tantos problemas impensables. Tal vez a pocos interese que, hace dos años, en medio de la cruenta guerra civil en Costa de Marfil, sólo la petición de Drogba de una tregua de dos horas para que el pueblo pudiera vivir tranquilamente el partido logró un alto el fuego, y sólo la celebración del pase a la final de hace dos años unió a todas las etnias por unos días, antes de volver a perder el juicio y retomar los fusiles para matarse entre sí. Quién sabe: si todos los días tuvieran motivos así para unirse, tal vez descubrirían el estallido de la paz.

Se ha escrito que en un partido de la Copa de África cabe, a la vez, todo el fútbol que uno pueda imaginar, y no puedo estar más de acuerdo. Muy posiblemente, en esos contrastes y en esa peculiar diversidad resida buena parte del encanto que desprende el torneo.
Futbolistas de primer nivel mundial (Drogba, Essien, Etoo, Kanoutè, ...) compiten entre errores impensables y porteros circenses con el pantalón largo y los guantes roídos; centenares de millones de euros de valor futbolístico real corretean en campos de cultivo sin las mínimas medidas de seguridad y con un césped alto más apto para el pasto que para el deporte; dictadores y reyezuelos presiden palcos bautizados por la santería y magia negra de los brujos africanos mientras, a sus pies, la más cruda realidad lucha por sobrevivir aferrada a bolsas desgastadas de miseria; representantes de clubes millonarios y marcas multinacionales atraviesan, enfundados en trajes de seda y con escolta, poblados de hambruna y marginalidad crónica rumbo a los estadios. Cuando el mundo de la prosperidad se sitúa entre tanta barbaridad, a todos se nos revuelve la conciencia.

Cualquier postura acerca de la continuidad o no del torneo tras la barbarie sufrida por el equipo de Togo es comprensible. Dijo una vez un ministro sudanés, respecto de los países del mundo desarrollado que "ellos tienen los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo". Como siempre, se trata de ponderar valores y fines a conseguir. ¿Quién necesita un alma para sobrevivir? Tic-tac, tic-tac, …


Leonard Cohen- Hallelujah
Foto: Reuters

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7 Comments:

At 12:40 p. m., Blogger FERNANDO SANCHEZ POSTIGO said...

Yo habría suspendido la competición de forma inmediata. No se puede permitir que se maten a personas y no pase nada. Un abrazo.

 
At 4:59 p. m., Blogger eL MeLaNCóLiCo SoLiTaRio said...

Estimado amigo Pedro:

Me gustaría que nunca hubieras escrito este post, pero quién mejor que tú para hacerlo, y sobre todo para recordarnos que en el continente negro el valor de una vida es menor que la bala que la mata.

Mi ignorancia sobre el tema me impide realizar un juicio de valor sobre aquellas personas que toman las armas de esa manera, pero lo que sí puedo decir que mientras se suministren armas a cualquier cabecilla loco de una tribu perdida por la jungla y que no tenga el mas mínimo conocimiento del valor humano, ni la más mínima ética sobre el genocidio, esto seguirá pasando, como pasó y como ha pasado.

África es el continente más rico en recursos naturales de la Tierra, y a su vez el más pobre y el más olvidado por el primer mundo. Cerramos los ojos ante la más horrible de las tragedias. Nos arrancamos las vestiduras por lo que pasó con la antigua Yugoslavia, como unos hermanos se mataron en pos de una religión (sic) y unas creencias. Pues en África hay más de 20 guerras activas de esa índole, y ni una página de periódico al día.

Yo no sé lo que hubiera hecho con el campeonato, pero ya poco vale para los muertos.

Un abrazo querido amigo.

P.D.: Con respecto a mi artículo... Por mucho que digas que estás en desacuerdo, y que el poder de tus palabras sea enorme, no quiere decir que tengas razón. Te aferras a las cosas nímias y a la evolución de la edad, pero no eres capaz de pensar en lo que quiero transmitir (o que yo soy muy torpe a la hora de explicarme). Una persona impaciente no puede cambiar y volverse paciente, puede parecerlo, pero no quiere decir que lo sea, y si lo es durante lo que le queda de vida es que no ha vivido lo suficiente. Otra más si me permites el atrevimiento, si tú eres soso, tímido y algo retraído, no puedes cambiar (no quiere decir que eso sea malo) a lo contrario, y si lo haces sólo será una careta. Mil y más veces podré explicarme con otras cosas, aún así entiendo que estés en contra, es difícil estar a favor.

 
At 10:40 p. m., Blogger Rafa Lao said...

Pedro has vuelto a escribir!!
Un post genial, o mejor, una reflexión genial. Se me pone la carne de pollo al pensar que solo ha salido en las noticias por que alguno se llama Adebayor...
No se si has escuchado lo que han dicho en las noticias, imagino que si..para mi lo más sorprendente es que los autores se hayan puesto en contacto con los medios de comunicación para decir que esos jugadores no eran su objetivo, querían matar a la escolta. Brutal!!
UN abrazo amigo

 
At 11:59 a. m., Blogger No, gracia a vo´ said...

Hola Piterino!

Es una cuestión delicada y que tiene un trasfondo muy extenso.
Esta claro que suspender el torneo no va a solucionar la malaria que sufre el continente negro pero tampoco veo lógico que el presidente de la CAF ratifique el inicio del torneo a horas de haberse producido la masacre.
Estoy de acuerdo con Adebayor y contigo en eso de que una vida en África no vale nada.

Saludos!

 
At 10:17 a. m., Anonymous entradas kiss madrid said...

Desde luego que deberían haber suspendido la CAN. Con respecto a Leonard Cohen me parece un grande de la música.

 
At 5:10 p. m., Anonymous Anónimo said...

Intercambio de enlaces? Si te interesa por favor ponte en contacto conmigo al email: coco.loco.del.to@gmail.com

 
At 12:12 p. m., Anonymous Silvia said...

Un tema muy delicado y con mucho trasfondo.

Coincido contigo en que una vida en Africa no tiene valor alguno, esta vez la diferencia es que ha tocado al mundo del fútbol y todos nos hemos vestido de luto, pero cuantas veces nos tendríamos que vestir al año si lo hicieramos cada vez que hay una matanza en Africa sin ningún motivo aparentemente normal? Yo creo que serían muchas no?

En cuanto a que el torneo haya seguido, dentro del contexto de ellos a mí me parece bien, porque el fútbol es una de las cosas que les da alegría y si una vida en Africa no vale nada, una sonrisa lo vale todo por lo difícil de conseguir, dejémosles que rian y que nadie les boicotee su gramo de felicidad aunque esta sea teñida de negro.

Un beso.

 

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